Escala Humana



Es hora de cuestionar la utilidad del Estado que no es capaz ni de garantizar, ni de proteger ni de promover los derechos humanos básicos que estaba llamado a cuidar y hacer respetar cuando fue creado.
Las razones por las cuales el Estado resulta inútil son diversas, sin embargo las más graves tienen que ver con las estructuras de organización social profundas, artificiosas y que responden a conceptos totalmente añejos y errados.

Nos organizamos como seres humanos dándonos una identidad forzada y falsa. Nos identificamos como ciudadanos de un país y eso hace que busquemos una organización estructural gigantesca (Estado-Nación) que resulta totalmente disfuncional porque nos obliga a crear una clase dirigente que tarde o temprano y desde siempre, termina más preocupada o exclusivamente preocupada, de sus egoístas intereses tomando decisiones que afectan a todos aún cuando sólo ellos estén de acuerdo o han negociado un acuerdo.

El primer problema entonces, tiene que ver con una cuestión de escala. Simplemente no es posible que nuestra función de habitantes de un lugar, sujetos culturales, entes históricos, trabajadores, productores, creadores, consumidores y todas las dimensiones que como seres humanos de por sí poseemos, desarrollamos y necesitamos ejercer, puedan ser plenamente expresados en un escenario en dónde nuestra identidad se estandariza y se reduce a un concepto vacio (Chileno, Boliviano, Peruano, Ingles, Francés). Tanto es así que en milenios de organización macro (imperios, reinos, países) nunca se ha alcanzado igualdad social, con ningún sistema político, económico o social. Esto sucede porque en estas organizaciones elefantiásicas el individuo humano pierde todo su poder, su potencial y sobre todo, sus derechos, quedando reducido a un esclavo o, actualmente, a un deudor con derecho a voto.

La democracia, dentro de estas estructuras sociales enormes llamadas países, no resulta posible y se convierte en un concepto falas. Democracia significa gobierno del pueblo y resulta que el pueblo somos todos, pero no todos gobernamos, sino que gobiernan unos pocos una “clase política” como se le ha comenzado a llamar y eso no se llama Democracia, eso se llama Oligarquia.

Gobierno de unos pocos (oligarquía), eso es lo que hemos tenido durante milenios y es lo que seguiremos teniendo si insistimos en identificarnos como ciudadanos de un país. Lo que necesitamos hacer es reorganizarnos a una escala mucho menor a una “escala humana” (como diría Max Neef).

Nada más que décadas atrás, que un pequeño grupo humano (unas 200 personas) logré producir la mayor diversidad de cosas que necesita para vivir cómodamente sin retornar a la edad media, parecía imposible. Hoy hay muchos grupos de personas que están desarrollando una forma de vida y de organización en la cual la generación de sus propios recursos de manera sustentable y la organización social con modelos de toma de decisiones realmente democráticas (sin un grupo minoritario tomando decisiones por la mayoría) son la regla. El espectacular desarrollo tecnológico no sólo lo hace posible sino además lo potencia enormemente puesto que además estas pequeñas Eco Aldeas se encuentran conectadas intercambiando experiencias gracias a Internet (algunas tienen sus propios servidores).

El otro gran problema que se desprende de nuestra añeja estructura de organización social tiene que ver con la manera en la que realizamos el intercambio y distribución de bienes y servicios, lo que llamamos Economía, para ello en estas pequeñas comunidades, también se desarrollan no sólo nuevos modelos de producción sino también nuevos modelos de intercambio comercial. He aquí la semilla del futuro, el germen de la historia que viene.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Estructura de Control Mundial (parte I)

Desastre nuclear (En Chile?)

Historia Oculta