La Estructura de Control Mundial (parte I)

“Quien controla la fuente de comida controla a la gente, quien controla la energía controla los continentes, quien controla el dinero controla el mundo”. 

Henry Kissinger 1974.

El mecanismo de control que voy a analizar en este artículo, es el de la producción y distribución de bienes y servicios, lo que comúnmente llamamos, Economía, esto no quiere decir que no existan otros mecanismos de control para otros aspectos de nuestra vida. Es evidente que controlan nuestra percepción de la realidad a través de la educación y los medios de comunicación masivos para convertirnos en una masa ignorante y consumista, lo que también es importante analizar pero lo veremos en otra ocasión. Controlan el poder político, el poder decisorio y controlan también los paradigmas dominantes, lo que determina nuestra forma de entender el mundo y, por lo tanto, los límites de lo posible, por eso resulta tan importante para mí el desarrollo tanto de este blog como el de la Complejidad Creciente, en donde cuestiono, precisamente, los paradigmas fundantes de nuestra civilización, de nuestras cosmovisiones. 

Control Político 

En la pirámide de más arriba podemos ver que, directamente sobre la base se encuentran los Estados Nacionales, esa es la primera megainstitución oligárquica a través de la cual la élite secuestra la autonomía política. La soberanía de los pueblos es drenada hacia una clase política Estatal de carácter Nacional legitimada por un sistema de elección que llamamos Democracia. Etimológicamente hablando el concepto Demo-cracia significa gobierno del pueblo y la intención manifiesta de este sistema es que el pueblo escoja, mediante elecciones libres, a sus Dirigentes (que se autoproclaman Gobernantes), los cuales (teóricamente) son mandatados por las personas para representarlos (sustituirlos en la realidad) y ocupar la soberanía del pueblo con el fin de estructurar las normas de convivencia que rigen dentro de un territorio limitado que llamamos País. La intención oculta, pero que es la que realmente opera en el sistema democrático, es que entreguemos nuestro derecho a la autodeterminación a favor de una clase política que, en los hechos no nos representa sino que utiliza la legitimidad que surge de la soberanía del pueblo para reemplazarnos, por eso, el acto mismo de hablar de gobernantes en lugar de dirigentes es una bofetada a la misma Demo-cracia, ahora ellos no dirigen el gobierno del pueblo, sino que Gobiernan ellos, nosotros obedecemos, acatamos las leyes que ellos negocian, a espaldas de nosotros y en contra de nosotros.

En estricto rigor la mal llamada Democracia es una enorme falacia porque el Gobierno del Pueblo nunca es del pueblo (no gobierna el pueblo), es una Oligarquía (gobierno de unos pocos) del mercado, que trabaja por y para el Mercado y la Banca. 

En realidad la Democracia no es un modelo político, es un mecanismo de legitimación de la oligarquía mediante lo que llaman elecciones libres, elecciones que nos permiten escoger entre dos falsas opciones (derecha o izquierda) que, cuando están en el poder no cambian absolutamente nada, sino que ADMINISTRAN un modelo económico neoliberal, y un modelo de organización gregaria elefantiásica (Estado-Nación), nada más. Digo elecciones falsas porque en ellas no se decide nada, no se escoge nada ya que los limites del debate están establecidos antes de que el debate siquiera comience. 

Sobre esta élite dirigente que nos Gobierna a nosotros y ADMINISTRA (no cambia ni mejora, ni discute, ni reflexiona) el Estado, se encuentran los que Gobiernan a nuestros oligarcas, controlan el mercado real, la producción de bienes y servicios, son las llamadas Corporaciones Multinacionales. El Estado administrado por la clase política Nacional, está a las ordenes del mercado y sirve para generar, legitimar, sostener, defender y ampliar las normas que permitan el saqueo, completamente legal, de los recursos de todo el planeta. Queda completamente en evidencia que los Estados están al servicio de las multinacionales, cuando observamos que todas las leyes nacionales e incluso las instituciones supranacionales (OMC, OCDE, etc.) trabajan para abrir y cuidar los nichos de mercado explotados por las multinacionales, dejando completamente de lado y desconociendo incluso, los nefastos efectos que el sistema “Económico” genera tanto en la población, como en el medioambiente. 

Más rotunda, si cabe, es la evidencia que prueba que los Estados-Nacionales son instituciones controladas también por la Banca, cuando observamos que frente a la gigante crisis del sistema financiero, lejos de que estos Estados salven a la gente afectada precisamente por la ambición mafiosa del corrupto sistema “Económico”, “salvaron” y siguen “salvando” a los causantes de dicha crisis (orquestada también por ellos), inyectando a la Banca internacional, sumas tan importantes de dinero que se podría financiar un mundo sin hambre durante 600 años. 

El control político tiene una importancia radical y es la piedra angular de todos los mecanismos de control, precisamente porque a través de él, se construye lo que es legal y lo que es ilegal, resultando que todo el saqueo del mundo, gracias a los Estados-Nacionales, es totalmente legal, aunque profundamente irracional, inmoral, mafioso, ilegítimo, corrupto, demente. Por ello insisto en que nada logramos con criticar al sistema económico-financiero, no porque en él no haya corrupción ni sea un pésimo modelo, sino porque el verdadero origen de todas las desigualdades del mundo surgen, nacen, se sostienen, se justifican y se perpetúan en nombre de la Patria, del Estado-Nación controlado por una clase política títere, por una oligarquía nacional de marionetas movidas por el siguiente nivel de la pirámide, las Corporaciones Multinacionales.

¿Economía o Crematística? 

Originalmente la Economía tenía como finalidad buscar las mejores maneras de cubrir las necesidades del ser humano, distribuyendo de manera equitativa los bienes y servicios producidos. Actualmente, lo que llamamos Economía persigue otros fines, busca concentrar de manera legal, la mayor cantidad de bienes y riquezas del mundo en la menor cantidad de bolsillos posibles. Ese sólo hecho basta para que entendamos que efectivamente existe una élite dominante que impone y sostiene este modelo en pos de su propio beneficio y, muy probablemente, porque son seres tan básicos y primitivos que no entienden que, a la larga, esta desigual estructura también los afecta negativamente. 

En estricto rigor nuestro modelo económico no es para nada económico, es crematístico. La crematística es el arte de adquirir, de acumular riquezas, por tanto el fin que persigue es precisamente el contrario al de la economía y, si analizamos el modelo “económico” actual, veremos que está estructuralmente diseñado, precisamente, para acumular riquezas, no para distribuirlas equitativamente o en función a las necesidades de la gente. El ser humano es simple capital humano para la “Economía” moderna poniendo al hombre al servicio de la “Economía” y no la “Economía” al servicio del hombre como lógicamente debiera ser. 

Mercado 

Dentro de la economía hay dos subsistemas, uno controlado o dependiente del otro. Está lo que comúnmente llamamos economía real o mercado real en donde encontramos la producción de bienes y servicios, y el sistema financiero que es aquel que se encarga de la “producción” de dinero o instrumentos de intercambio y de medición del valor concreto de los bienes y servicios, lo que conocemos como Precio. Ambos sistemas operan dentro de un marco legal que impide que nuestras protestas, denuncias y reclamos tengan efectos significativos. Estos marcos legales los generan, como ya explicaba, los Estados Nacionales. 

Tanto la forma de producir (modelo Industrial) como la forma de intercambiar (sistema financiero) los bienes y servicios dentro de nuestra mal llama Economía, transforman al ser humano en un individuo altamente dependiente. Cualquier hombre o mujer, cualquier familia, para poder vestirse, tener una casa, alimentarse, estudiar, viajar o recrearse necesita dinero y lo necesita porque no es capaz de ver que muchas de las cosas que necesita las puede producir él mismo (lo que veremos en una nueva y real economía, la ECONOMÍA de EXCEDENTES). Para conseguir dinero necesitan entonces trabajar y lo hacen ya sea para una industria o para el Estado. Esta forma de satisfacer las necesidades es sumamente frágil y aumenta su fragilidad exponencialmente con el desarrollo, por ejemplo, de la automatización de las industrias. Si quisiera conseguir, por ejemplo, un tomate, tengo dos opciones, o comprarlo o cultivarlo, la inmensa mayoría de la gente lo compra porque está metido en la maquinaria de este sistema y le resulta más sencillo comprarlo. Para poder cultivarlo dependo de 4 cosas infinitamente abundantes y muy sencillas de controlar; semillas de tomate (que ya comenzaron a privatizar), tierra, agua y sol. Para poder comprarlo dependo de 4 cosas totalmente ajenas a mí y cada vez más frágiles; un puesto de trabajo para adquirir dinero, un agricultor que los cultive por mí, un empresario transportistas que los distribuya y un punto de venta relativamente cercano al lugar en donde vivo. 

Esto nos lleva a analizar nuestro sistema de PRODUCCIÓN. 

Revolución Industrial

Hasta el día de hoy nos enseñan en el colegio que la revolución Industrial fue un gran avance para nuestra especie, la producción en línea resulta un enorme avance tecnológico. No lo pongo en duda, sin embargo esta forma de producir cuenta con dos importantes defectos. 

1- El ciclo de producción en sí mismo es lineal; se extraen materias primas con las cuales se elaboran grandes cantidades de un producto determinado, después ese producto se vende y luego se desecha, lo que genera inmensas cantidades de basura, de desechos que no vuelven a ser utilizados, sino que quedan circulando en nuestro medio ambiente, lo que conlleva graves problemas de contaminación. Esto, aún sin considerar la obsolescencia programada ni la Obsolescencia  percibida o la especulativa, obsolescencias que tienen su origen en los macabros estímulos para el "desarrollo", dentro de este modelo "Económico".

Actualmente la baja en los niveles de productividad de una fábrica no dependen de los recursos materiales reales y concretos que se tengan para continuar la producción, sino que dependen de si al dueño de la fábrica le resulta o no conveniente mantenerla en funcionamiento. Actualmente dejamos de producir no en función de una escasez real de recursos para producir ni en base a que los seres humanos tengan cubiertas ya las necesidades del producto X de una fábrica X, sino en función de la ambición de los propietarios de la fábrica, dueños que tienen dueño, que son controlados por el siguiente nivel en la pirámide del control Económico.

2- Hemos desarrollado una forma de pensar y, por tanto, de desarrollar tecnología, en la cual concentramos la producción, de todo tipo (eléctrica, de vestuario, de alimentos, etc.) para luego distribuir lo producido. Esto es un defecto en el diseño mismo, debido a que, sólo en el transporte de lo producido, se pierden inmensas cantidades de recursos. No es extraño encontrar, por ejemplo, Ajos traídos desde China en un supermercado en Chile (al otro lado del planeta) lo que, desde el punto de vista estrictamente económico, es una estupidez enorme considerando que esos mismos ajos se pueden producir también en Chile (incluso en tu propio patio), pero es posible encontrarlos debido a que, aún con el costo del transporte, pueden competir en precio con los ajos Chilenos porque la diferencia en el precio final está subsidiada por la mano de obra barata de China y porque se controla el valor de la moneda (lo que analizaremos en la parte II de este artículo), el poder adquisitivo. 

Pienso entonces que necesitamos una segunda Revolución “Industrial” en la que ya no dependamos de las grandes fábricas para poder producir todo lo que necesitemos, sino que generemos toda una nueva línea de desarrollo tecnológico en la cual todo lo que necesitemos y queramos sea sencillamente producido y/o cultivado dentro de la comunidad que habitamos.


A pesar de la línea de desarrollo tecnológico actual impulsado por una Industria cuya finalidad es hacernos dependientes de sus productos, se han desarrollado técnicas y tecnologías que permiten cultivar y producir la gran mayoría de las cosas que necesitamos por y para un grupo reducido de personas, lo que permite romper dichas dependencias (del dinero, de la industria y del mercado) e implican un importante giro a los mecanismos de control señalados por Kissinger y citados en cursiva al principio de este artículo. Esto ya es una realidad con máquinas tan impresionantes como las impresoras en 3D, y esto es sólo un ejemplo entre miles.

Para mí, entonces, la lucha que debemos realizar va más allá de una lucha política, intelectual o económica, debe ser una lucha biológica, una resistencia en favor de nuestra propia evolución como especie, porque el modelo impuesto a través de estructuras oligárquicas políticas, intelectuales y económicas, violenta el progreso mismo del ser humano y pone en evidente riesgo nuestra propia sobrevivencia y evolución. No podemos seguir autoclasificandonos comos Homo Sapiens si permitimos y cooperamos en la construcción y sostén de un sistema que nos reduce, de hecho, al nivel de un Homo Habilis. Eso es lo que realmente es un ser Humano, un Hombre que ya no piensa que sólo es hábil. 

No se trata, por lo tanto, de mejorar las condiciones de la jaula, se trata de salir de la jaula. El que quiere mejorar las condiciones de la jaula es, o porque no sabe que está viviendo dentro de una o porque, aún sabiéndolo, ya se ha conformado, se ha acostumbrado a vivir dentro de una y prefiere, por cobardía, pereza, inercia o mera mentalidad esclavista, mejorar las condiciones de su prisión y le llama a eso, progreso, avances, conquistas, lucha social, pragmatismo y se escusa repitiéndose a si mism@, que su propuesta y su lucha consiste en cambiar el sistema desde adentro del sistema. Todos sabemos que levantar una tabla estando sobre ella es imposible, no se puede cambiar un sistema, ningún sistema, desde dentro del mismo, es hasta físicamente imposible y, lo que realmente sucede, es que terminan fagocitados por un gigante aparato adormecedor que en cada rincón, en todos los lugares, tiene sirenas susurrando su canto.